"De septiembre a noviembre del año pasado, fui una Granny Aupair en Bethesda, Washington D.C. Mientras me preparaba, tuve que invertir mucho tiempo y esfuerzo, y me puse nerviosa. Hoy, me da gusto haber tenido el valor de dar este paso. Tuve una experiencia maravillosa, que ha sido muy importante para mí. Me sentí plenamente aceptada dentro de la familia, especialmente por Max y Felix, dos niños con los que me divertí mucho y con quienes me llevé de maravilla, aunque yo no tengo hijos.

Apoyé a la familia tanto como pude, y ellos lo apreciaron mucho. Me necesitaban. Desde mi punto de vista, Granny Aupair es la mejor manera de conocer un país y a sus personas, me encantó la apertura de sus habitantes.

Una ciudad cosmopolita tiene muchas opciones para aprovechar el tiempo libre (que tuve de sobra). Hay clubes de senderismo y caminata, a los que acudí con regularidad; también fui a clubes de conversación, que la cuidad otorga gratuitamente, dos veces por semana. El tiempo que pasé ahí fue muy entretenido, y pude convivir con personas de todo el mundo.

Los museos en Washington no cobran la entrada, y hay una variedad enorme, como se podrán imaginar. La Galería Nacional de Arte Europeo está muy cerca; una vez, hasta viajé en un Greyhound, cosa que había soñado hacer desde la infancia, ¡increíble! Me vuelvo a emocionar cada vez que lo cuento, podría seguir hablando sobre mi estancia sin terminar. Me gustaría animar a las mujeres para que lo intenten ¿Qué puede pasar?”