
“Llegué segura y fui cálidamente recibida en Ekaterinburgo por una familia maravillosa, libre de complicaciones. He visto muchas cosas y me he comunicado bastante bien en la ciudad, a pesar de que no conozco el alfabeto cirílico. Ya conocí Moscú y San Petesburgo, pero quiero entender el ‘alma rusa’, lo que no es posible como “turista”. Fui cálidamente recibida por mi ‘familia temporal', y me llevé bien con los tres hijos de inmediato. Tras ocho semanas, me muevo como en casa; esta familia me facilita mucho las cosas. Sin la Sra. Hansen y su equipo, esta aventura no habría sido posible para mí. Si mi salud lo permite, quiero viajar como Granny una vez más. Es una gran oportunidad para nosotras…”